Mercado del café en Colombia en 2024
Colombia y el café son inseparables, como el pan y la mantequilla o los lunes y el tráfico. Más allá de ser solo una bebida, el café colombiano es uno de los productos estrella del país y un motor clave de su economía. Reconocido a nivel mundial por su calidad, este grano tiene un papel protagónico en el mercado global, pero mantenerse en la cima no es sencillo.
Los cafeteros colombianos se enfrentan a un mercado lleno de altibajos: precios que suben y bajan como montaña rusa, un clima que parece estar en su contra y consumidores que, además de buen sabor, ahora también exigen sostenibilidad y trazabilidad (sí, ya no basta con que esté rico).
Aun así, el sector ha encontrado formas de adaptarse y seguir en pie, con exportaciones en aumento y un interés renovado en los cafés de especialidad.
Índice de contenidos
Producción de Café en Colombia (2010-2023)
La producción de café en Colombia podría fácilmente ser el guion de un drama: un día va todo viento en popa y al siguiente, una tormenta (literal) viene a aguar la fiesta.
Desde 2010 hasta 2023, el país ha experimentado de todo un poco, con años donde los caficultores celebraban cosechas récord y otros en los que apenas si recogían lo necesario para seguir en pie. Empezaron en 2010 con unos 8.5 millones de sacos y lograron llegar al pico de 13.8 millones en 2018, aunque cada salto de alegría venía seguido de un susto climático.
En 2023, Colombia alcanzó unos respetables 11.3 millones de sacos, lejos de ser un récord, pero suficiente para que el país siga siendo uno de los grandes en el mundo del café.
Y vaya si los caficultores han tenido que reinventarse en este tiempo: nuevas variedades de café, técnicas para resistir a El Niño y La Niña (esos “amigos” que siempre llegan a complicarlo todo) y, por supuesto, el constante ajuste a lo que el mercado exige.
Así que, sí, entre altibajos y ajustes, el café colombiano se ha mantenido fuerte y sigue dando guerra. Si algo ha demostrado la última década es que, pese a los caprichos de la naturaleza y las vueltas del mercado, los caficultores colombianos saben cómo mantener el nombre de Colombia bien alto en la escena mundial del café, enfrentando cada reto con determinación.
Exportaciones e importaciones: ¿El café colombiano es tan internacional como parece?
Colombia es famosa por exportar su café al mundo, pero ¿cuánto de este grano realmente se va de viaje?
Exportaciones de Café en 2024: El grano colombiano sigue viajando
En 2024, el café colombiano continúa siendo un embajador en el extranjero. Durante el primer semestre del año, las exportaciones alcanzaron un total de 5.74 millones de sacos, lo que representa un aumento del 36% respecto al mismo periodo del año anterior. Esta demanda en el mercado global se ha mantenido a pesar de la volatilidad de precios y la competencia de otros grandes productores.
Los principales destinos siguen siendo Estados Unidos, Europa y Japón, donde el café colombiano es sinónimo de calidad y tradición. Este crecimiento refleja el interés continuo en el grano colombiano, que ha sabido diferenciarse gracias a sus características de sabor y a su reputación de origen sostenible y trazable. Sin embargo, el mercado global no es fácil: la competencia con Brasil y Vietnam mantiene a los exportadores colombianos atentos, ya que la oferta mundial sigue creciendo.
Este dinamismo en las exportaciones no solo posiciona al café colombiano en las tazas de millones de consumidores internacionales, sino que también impulsa la economía local y genera estabilidad en la industria cafetera.
El café es saludable, pero un exceso de cafeína puede ser perjudicial.
¿Alguna vez has calculado la cantidad de cafeína que tomas y si estás en los límites aceptables? Te aconsejo que al menos una vez lo compruebes con esta calculadora.
Importaciones del café Colombiano en 2024
En 2024, el café colombiano sigue haciendo las maletas, con exportaciones fuertes hacia mercados internacionales que no pueden vivir sin su dosis de café colombiano. Sin embargo, hay un cambio interesante en la dinámica: las importaciones de café han caído un 64%, situándose en 1,2 millones de sacos. Esto sugiere una creciente preferencia por el consumo local de café en Colombia, lo cual ayuda a reducir la competencia extranjera y a fortalecer el valor del café nacional.
¿La razón?
Quizás en Colombia se ha redescubierto que no hay necesidad de buscar sabores en otro lugar, con uno de los mejores cafés del mundo disponible en casa. Es cada vez más común ver a los consumidores locales buscando cafés especiales y de origen local, lo cual está contribuyendo a un crecimiento en la producción interna junto con un renovado orgullo por el trabajo de los caficultores.
Así, mientras el café colombiano sigue conquistando el mundo, en casa se está consolidando como un lujo cotidiano, más que un producto de exportación.
¿El precio del café colombiano? Una montaña rusa que no para
En 2024, el precio del café colombiano se ha convertido en el tema de conversación que nunca falla. ¿Que si sube, que si baja? Pues depende del día.
Actualmente, en el mercado internacional, el café de Colombia se cotiza alrededor de los 253,35 centavos de dólar por libra en la Bolsa de Nueva York. Y sí, ese precio incluye un extra de “lujo”, porque el café colombiano no es cualquier café; su calidad y prestigio le han ganado ese estatus. Claro que todo esto fluctúa sin previo aviso, dependiendo de la demanda global y de lo que suceda en el campo.
En el panorama local, una carga de 125 kilos de café pergamino seco ronda los 2,225,000 COP, aunque el precio puede variar un poco según la región. Los caficultores que producen café de especialidad suelen llevarse un extra por encima de esa cifra, un incentivo para seguir cuidando cada grano.
Eso sí, la competencia está dura: con países como Brasil y Vietnam produciendo café a precios más bajos, Colombia sigue buscando mantener su lugar en el mercado sin sacrificar la calidad que tanto le ha costado construir.
Estos precios no solo muestran el trabajo detrás de cada taza, sino el constante vaivén de un mercado global que nunca da tregua.