¿Cómo hacen el café soluble?

El café instantáneo que añades a tu taza cada mañana tiene un proceso de producción más interesante de lo que imaginas.

En este artículo vamos a ver cómo se convierten los granos de café en ese polvo que simplemente mezclas con agua caliente. ¿Te animas? Prepárate una taza y acompáñame a entender este proceso.

Procesos de Producción del Café Soluble

¿Tienes curiosidad por saber cómo esos granos de café acaban convertidos en un polvo que solo necesita agua caliente para transformarse en tu bebida favorita? Este cambio es todo un espectáculo de ciencia y precisión.

Comienza con granos de café seleccionados y tostados, un paso esencial que marca de forma decisiva el sabor y el aroma del café. Después del tostado, estos granos se muelen y se hace una infusión muy concentrada.

Hasta aquí, todo parece sencillo, ¿verdad? Pues a partir de ahora las cosas se ponen interesantes. Para convertir esa infusión en café soluble, se usan principalmente dos técnicas: el secado por aspersión y la liofilización.

• Secado por aspersión: Imagina esto como un enorme secador de pelo, pero en lugar de aire, expulsa café líquido. En esta fase, la infusión del café se atomiza en una cámara de aire caliente. Al contacto con el aire, el agua se evapora al instante, dejando pequeños cristales de café soluble.
• Liofilización: Más complejo que el método anterior, este proceso empieza congelando la infusión a temperaturas extremadamente bajas para luego colocarla en una cámara de vacío. Aquí, el hielo se sublima, es decir, pasa directamente de estado sólido a vapor, sin pasar por líquido. Lo que queda son gránulos de café que se disuelven fácilmente en agua.

Cada método conserva de manera diferente los aromas y sabores del grano, y según el proceso que se use, el sabor de tu café instantáneo puede variar. Así que la próxima vez que te prepares una taza rápida de café soluble, ya conoces toda la tecnología y ciencia que ha hecho posible ese simple gesto.

Características del Café Soluble

Este tipo de café está pensado para hacerlo en unos segundos. Si valoras la practicidad y la rapidez, el café soluble está hecho para ti. Solo tienes que añadir simplemente agua caliente, y en cuestión de segundos tienes tu taza lista. Esto es perfecto para esos días en los que cada minuto cuenta o cuando prefieres no complicarte con cafeteras.

Una ventaja del café soluble es que se conserva muy bien. A diferencia del café en grano o molido, que puede perder aroma rápidamente, el café soluble mantiene su calidad durante más tiempo. Esto se debe al proceso de deshidratación que elimina casi toda la humedad, evitando el deterioro.

Además, ocupa menos que las típicas bolsas de café en grano o molido. Si tu espacio en la cocina es limitado o si te gusta llevarte café en tus viajes, es muy práctico, ya que un pequeño frasco rinde para muchas tazas sin ocupar mucho.

En cuanto a la cafeína, contiene menos que el café hecho con métodos tradicionales. Si estás intentando reducir tu consumo de cafeína es una opción a tener en cuenta.

Por último, no subestimes su versatilidad. El café soluble no solo es para beber; también se utiliza en la cocina, desde postres hasta cócteles y marinados, esto seguro que no te imaginabas ¿verdad?.

Estas características hacen de este tipo de café una opción muy práctica y adaptable, ideal para ajustarse a distintas necesidades y estilos de vida. ¿Quién dijo que lo rápido no puede ser también bueno?

Pero… ¿Es bueno o malo para la salud?

Primero, hablemos de la cafeína. Como he comentado antes, el café soluble tiene generalmente menos cafeína que el café preparado de forma convencional. Si necesitas reducir la dosis de cafeína, el café soluble es buena opción, aunque te recomiendo siempre verificar las etiquetas, ya que el contenido puede variar de una marca a otra.

En cuanto a los nutrientes, el proceso de deshidratación puede afectar la cantidad de algunos compuestos, sigue conteniendo antioxidantes, aunque en cantidades algo menores comparado con el café fresco.

Un aspecto a considerar es la absorción de hierro. Estudios¹ han mostrado que el café, y en particular el café soluble, puede reducir la absorción de hierro en el intestino. Esto es algo a tener en cuenta, especialmente si tienes condiciones de salud que afectan tus niveles de hierro o si estás en una dieta vegetariana o vegana.

Finalmente, aunque el café soluble es práctico y accesible, es importante disfrutarlo como parte de una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable. La Moderación es la clave, como con cualquier otra cosa.

Referencias:

1. «Coffee and mineral absorption» publicado en la revista «The American Journal of Clinical Nutrition» en 1991 por Adrianne Bendich y Leonard J. D. Krehl, explora cómo el consumo de café puede influir en la absorción de minerales importantes como el hierro. Los autores del estudio encontraron que el café, especialmente cuando se consume con alimentos, puede reducir significativamente la absorción de hierro en el intestino. El estudio menciona específicamente que la presencia de polifenoles y taninos en el café es responsable de esta inhibición.