KIMA COFFE ROASTERS: Esto es lo que opino tras probarlo

Así nació Kima Coffee: un proyecto con alma de barista, corazón de tostador y una visión clara desde el primer día, que el café de especialidad no fuese solo cosa de unos pocos.
Pero lo que empezó con una idea (y mucho café bebido) en Málaga, acabó convirtiéndose en uno de los nombres más respetados del specialty coffee español.
No porque lo digan ellos, sino porque lo dice todo el que ha pasado por su barra o ha probado uno de sus Geishas en casa. Mejor cafetería de España en 2024, top 100 mundial en 2025 y cafés en suscripciones internacionales que se agotan en días.
Pero a pesar de su fama siguen haciendo las cosas como siempre, con calma, sin prisas y con una atención al detalle que se nota incluso en la forma en que te explican lo que estás bebiendo.
Índice de contenidos
Historia y filosofía: una cafetería con raíces de campeonato
Detrás de Kima hay alguien que se lo ha currado desde abajo. Rabi Aouam no empezó en esto del café porque le apetecía tener una cafetería “cuqui”. Se formó como barista en 2010, ganó el Campeonato Barista de Andalucía en 2014, y se fue a Colombia para entender el café desde la finca.
Ahí empezó a tomar forma lo que hoy es Kima: un tostador que no se salta pasos y una cafetería que no improvisa.
Kima empezó tostando en 2018, sin local físico. Pero fue en 2021 cuando abrió su espacio en pleno centro de Málaga, y desde entonces, ha ido ganando peso en la escena nacional… y también fuera. Ahora están en listas internacionales, en suscripciones europeas y en boca de cualquier cafetero que haya pasado por el sur.
Lo curioso es que, pese a ese crecimiento, mantienen un estilo muy suyo: cafés de temporada, tuestes afinados y una visión clara de lo que quieren ofrecer: sabor, trazabilidad y cero artificios. Cada café que sacan viene con información completa sobre el origen y el proceso, pero sin marearte con mil tecnicismos.
Rabi lo define así: “una locura de sabores”. Yo diría más bien que es un proyecto con alma de barista y cabeza de tostador, que busca que lo que llegue a tu taza tenga sentido desde el grano hasta el último sorbo (sí, ya sé que dijimos que no diríamos “sorbo”, pero aquí está justificado).
El local: más que café, un sitio donde apetece quedarse
Lo de Kima no es solo el grano, es el lugar. Su cafetería está en pleno centro de Málaga (Calle Carretería), pero no esperes un sitio ruidoso o turístico. Es un local blanco, limpio, tranquilo y bien pensado, donde el café se prepara con calma y la atmósfera invita a quedarte, ya sea charlando, leyendo o sacando el portátil un rato.
El ambiente es minimalista, pero con personalidad. No hay adornos de más, ni muebles industriales porque sí. La barra lo dice todo: abierta, sin secretos, con máquinas bien cuidadas y baristas que no te recitan un guion, sino que te cuentan lo que estás tomando si tú quieres saberlo.
La carta es corta, pero está bien tirada. Cappuccinos cremosos, filtrados limpios y algún que otro chai o matcha por si vas acompañado de alguien que no toma café.
Acompañan con tostadas bien montadas (aguacate, jamón ibérico, combos que funcionan) y pastelería casera que sorprende: la tarta de queso es un sí rotundo, y los bizcochos, perfectos para merendar sin florituras.
Y un detalle importante: tienen Wi-Fi decente, buen café y mesas cómodas, lo que lo convierte en un sitio ideal para quienes trabajan fuera de casa o simplemente quieren una pausa larga y con gusto. No es la típica cafetería ruidosa. Aquí se viene a disfrutar, a aprender… y a repetir.
Comprar online en Kima: fácil, rápido y con mimo
La tienda online de Kima está bien pensada: clara, directa y sin enredos. No necesitas ser un experto para entender lo que estás comprando, porque cada café viene con una ficha detallada, explicada con el mismo tono cercano que usan en su cafetería.
De hecho, puedes elegir por origen, perfil o incluso por el método que sueles usar en casa (espresso, filtro, etc.), lo que facilita bastante si no sabes por dónde empezar.
Una cosa que me gustó mucho: los pedidos llegan rápido (en 24-48h en la mayoría de los casos) y el empaque está cuidado al milímetro. Las cajas vienen con diseño limpio y elegante, y cada bolsa lleva información clara sobre el lote, el productor, el proceso… sin parecer un catálogo técnico. Se nota que hay cariño incluso en los detalles logísticos.
Además, el trato humano no se pierde al comprar por internet. Si tienes dudas, responden bien por redes o email, y es fácil hablar con alguien del equipo que realmente sabe de café (no un chatbot genérico). Y si eres de los que buscan cafés más raros o exóticos, puedes escribirles y suelen darte alguna recomendación personalizada según tu gusto.
Comprar en su web es igual de cómodo que pasarte por la cafetería: buena selección, atención cuidada y cafés que llegan en su punto justo de tueste. Es de esos tostadores donde repetir no es solo probable, sino inevitable.
Kima en los rankings… y en boca de todos
A veces los premios pueden parecer puro marketing, pero lo de Kima va un poco más allá. En 2022 ya empezaron a sonar fuerte cuando uno de sus cafés (un etíope de Sidama, el Bombe Q1) fue elegido el mejor café tostado de España en el campeonato nacional de AeroPress.
Lo curioso es que ese café lo había probado sin saberlo en una cata a ciegas… y destacaba sin esfuerzo, con un punto frutal brillante y una limpieza en boca que no siempre encuentras.
Desde entonces, la cosa ha ido a más: en 2024 quedaron entre las 10 mejores cafeterías de España en el BCN Coffee Awards, y fueron finalistas en los premios de European Coffee Trip. Pero lo más llamativo llegó en 2025: Kima entró en el Top 100 mundial de cafeterías, según el ranking de Neodrinks. Un listado exigente que valora tanto el café como el servicio, el ambiente y la propuesta gastronómica. Están en el puesto #80, junto a pesos pesados como Nomad o Hola Coffee.
También han sido tostador invitado en cajas de suscripción europeas como Coffeevine, y han estado presentes en eventos como el Meet Your Coffee en Barcelona, donde se reúnen más de 50 tostadores punteros.
¿Esto qué te dice como consumidor?
Que su café no solo gusta aquí, sino que está llamando la atención en otros países. Y que están en contacto continuo con la comunidad cafetera, no solo vendiendo producto, sino participando activamente en el ecosistema del specialty coffee.
Mucho más que café: formación y cultura desde dentro.
Formación y pasión por lo que hacen
Para elegir un buen café de especialidad no sólo debes fijarte en la marca, lo más caro o conocido no tiene por qué ser lo mejor.
¿Quieres probar una café de especialidad bueno de verdad? Echa un vistazo a nuestras ediciones limitadas; micro-lotes exclusivos que están volando y van a estar poquito tiempo con nosotros como El Supremo.
Una de las cosas que más me llamó la atención de Kima es que no se conforman con servirte una buena taza. Quieren que entiendas lo que estás bebiendo. Y si te pica el gusanillo del barismo, también te enseñan a hacerlo tú mismo.
Tienen su propia academia dentro del local de Málaga, con cursos para todos los niveles. Desde iniciación hasta profesional, tanto en espresso como en métodos de filtrado. Y no son cursos al uso: están diseñados desde la experiencia de quien ha trabajado años en barra y en el tueste, no desde la teoría de manual.
También forman a profesionales del sector que quieren mejorar lo que sirven en sus negocios. Y no es raro que te cruces en sus cursos con baristas de otras ciudades que han ido hasta Málaga solo para eso.
Además de los cursos, organizan catas, talleres y colaboraciones con marcas top del sector (como La Marzocco o Coffeevine), lo que convierte su espacio en un punto de encuentro para los que quieren aprender más, ya sea por afición o por trabajo.
Mi opinión tras probar Kima Coffee
Lo primero que pensé al probar uno de sus cafés etíopes fue: “Vale, aquí hay alguien que sabe lo que hace”. El tueste estaba en su punto, es de esos que no necesitas añadirle nada, ni azúcar, ni excusas.
Lo mejor, sin duda, es el nivel de precisión en el tueste y la selección de orígenes. Se nota que hay un trabajo serio detrás, con intención y con experiencia. Además, su cafetería en Málaga no es solo bonita: es cómoda, bien atendida y con comida casera que acompaña muy bien al café. El trato es cercano y, si te interesa el mundo del café, los baristas están encantados de explicarte lo que estás bebiendo.
¿Puntos mejorables?
A día de hoy, pocos. Quizá que en tienda online hay momentos en los que se agotan rápido algunas variedades muy demandadas (como su Geisha colombiano), y hay que estar un poco atento si quieres cazar alguno de esos microlotes top. También, si lo tuyo son los cafés más clásicos (perfil chocolateado, poco ácido), puede que sus cafés te parezcan demasiado «frutales».
Pero si te gusta el café con personalidad, bien tostado y hecho con cariño, Kima es de lo mejor que puedes encontrar en España ahora mismo.