Variedades de granos de cafés

GRANOS DE CAFÉ CASTILLO


La variedad Castillo es un café colombiano resistente a la roya, conocido por su suavidad, aroma y acidez cítrica, desarrollado por Cenicafé para ofrecer alta productividad y sostenibilidad, con adaptaciones para diversas condiciones climáticas.

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    EL EXPLORADOR (Zambia)

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    Este café llega desde el norte de Zambia, una región discreta en los titulares, pero enorme en belleza. Ahí, entre montañas envueltas en niebla y tierra roja, se encuentra la finca Kateshi, donde cada grano se cultiva con paciencia y respeto por el entorno.

    Hay cafés que se toman, y otros que se descubren. Este es uno de esos.

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Ficha variedad: Lempira

Variedad de muy alto rendimiento, adaptada para las zonas cálidas y suelos ácidos. Forma parte del grupo Catimor y fue desarrollada por el Instituto Hondureño del Café (IHCAFE) a partir de un cruce entre Híbrido de Timor y Caturra. Durante años se consideró resistente a la roya, pero evaluaciones recientes han mostrado susceptibilidad en Honduras y posiblemente en otras regiones de América.

Muy alto rendimiento Adaptada a zonas cálidas Suelos ácidos

Porte de la planta

Porte bajo y compacto, adecuado para altas densidades de siembra en cafetales intensivos de zonas cálidas y con suelos ácidos.

Brotes y follaje

Brotes jóvenes de color bronce, que viran a un verde intenso a medida que las hojas se expanden. Planta de aspecto uniforme, típica de las líneas Catimor.

Tamaño de los granos

Granos de tamaño promedio, con calibres comerciales adecuados para café lavado estándar, aunque sin destacar por tamaños muy grandes.

Potencial de rendimiento
Alto

Diseñada para lograr muy altos rendimientos en ambientes cálidos y suelos ácidos; cuando el manejo es intensivo puede superar claramente a variedades tradicionales como Caturra o Borbón.

Calidad potencial en altura
Baja

La taza suele ser correcta y funcional, pensada para volumen y mezcla. En general no alcanza la complejidad de variedades de alta calidad como Borbón o SL28.

Resistencia a la roya
Intermedia / susceptible

En zonas donde circularon nuevas razas de roya se observaron brotes severos en plantaciones de Lempira; se recomienda monitoreo y diversificación varietal.

Altitud recomendada

Lempira está adaptada sobre todo a zonas bajas y medias, con énfasis en ambientes cálidos y suelos ácidos. De manera orientativa, se recomiendan los siguientes rangos de altitud según la latitud:

5°N – 5°S 1000–1600 m
5–15°N / 5–15°S 700–1300 m
>15°N / >15°S 400–1000 m

Sanidad

  • Roya del cafeto : resistencia intermedia en descripciones originales, pero se ha confirmado susceptibilidad en Honduras y posiblemente en otros países de América.
  • Nematodos : susceptible.
  • Antracnosis de la cereza (CBD) : susceptible.

Agronomía

  • Primera cosecha : a partir del año 3.
  • Maduración de la fruta: promedio.
  • Requerimientos nutricionales: altos; responde bien a una fertilización intensiva y manejo técnico.
  • Rendimiento de cereza a pergamino: bajo; requiere volúmenes altos de cereza para obtener una arroba de pergamino.
  • Densidad de siembra: 5000–6000 árboles/ha usando la poda de un solo tallo vertical, para aprovechar su porte bajo/compacto.
  • Notas agronómicas adicionales: evaluaciones multilocales de WCR mostraron que su rendimiento y comportamiento frente a roya varían según el contexto sanitario local. Es susceptible al ojo de gallo y se recomienda especialmente para suelos ácidos y ricos en aluminio en zonas cálidas.

Background

Grupo genético
Introgresión (Catimor relacionada).
Cruce
Híbrido de Timor 832/1 × Caturra.
Obtentor
Instituto Hondureño del Café (IHCAFE).

Lempira es el resultado de un cruce entre Híbrido de Timor 832/1 y Caturra. La selección de pedigrí fue realizada en el marco de programas de mejoramiento de PROMECAFE y posteriormente por el Instituto Hondureño del Café (IHCAFE). Pertenece al grupo de cafés Catimor y es muy similar a la variedad Costa Rica 95. Se desarrolló para ofrecer altos rendimientos en zonas cálidas con suelos ácidos y alta saturación de aluminio, combinando la rusticidad del Híbrido de Timor con el porte compacto de Caturra. Estudios recientes sobre la roya han llevado a reevaluar su nivel de resistencia, por lo que la elección de Lempira debe ir acompañada de una estrategia de manejo sanitario y de diversificación varietal.

Qué es la variedad de café Castillo y cómo se creó

Planta de café castillo

Castillo es una variedad de Coffea arabica desarrollada por Cenicafé, el centro de investigación del café de Colombia. Forma parte de un programa de mejora genética que empezó en 1968 con una idea fija en la cabeza: obtener plantas resistentes a la roya pero que no sacrificaran rendimiento ni calidad en taza.

El punto de partida fueron dos variedades clave:

  • Caturra, enano, productivo y muy valorado por su taza.
  • El Híbrido de Timor, un arábica–robusta natural con genes de resistencia a la roya y a otras enfermedades.

De ahí salió primero la variedad Colombia, lanzada en 1982, justo antes de que la roya entrara oficialmente al país. A partir de Colombia, Cenicafé siguió cruzando, seleccionando y refinando durante años para ir un paso más allá: más productividad, mejor resistencia, granos más grandes y una taza que se acercara lo máximo posible a la de un buen Caturra.

Tras cinco generaciones de mejoramiento y unos 23 años de trabajo, se llegó a una nueva variedad multilínea que cumplía con esos criterios.

En 2005 se libera comercialmente bajo el nombre de Castillo, en honor al investigador Jaime Castillo, vinculado al desarrollo de la variedad Colombia.

¿Qué significa “multilínea” aquí?

Que no es un solo genotipo clonado, sino un conjunto de líneas emparentadas, todas resistentes a roya y enfermedad de la cereza, diseñadas para alargar la vida útil de esa resistencia. Si una raza de roya rompe una línea, las otras pueden seguir aguantando.

Agronómicamente, este material combina:

  • porte bajo tipo Caturra,
  • rendimientos altos si se maneja bien,
  • y una resistencia probada a la roya y a la enfermedad de la baya del café.

En términos de país, el impacto es enorme: hoy se estima que alrededor de un 45 % del café colombiano procede de plantas de Castillo. Es, de facto, la columna vertebral del parque cafetero moderno de Colombia.

Características agronómicas de Castillo: porte, rendimiento y resistencia

Lo primero que llama la atención en finca es el porte. Esta variedad mantiene la estatura baja de Caturra: árbol compacto, fácil de podar, cosechar y manejar en ladera. No es una planta gigante, y eso permite trabajar con densidades relativamente altas sin que el cafetal se vuelva una pared imposible.

Las ramas son bien ramificadas y productivas, con buena cantidad de nudos. Ese diseño no es casual: está pensada para que cada metro cuadrado de suelo tenga una producción razonable sin exigir al árbol más de la cuenta cuando se maneja bien la nutrición.

Perfil Agronómico: Castillo

El Escudo de la Caficultura Colombiana

🛡️
La Carta Fuerte: Sanidad Resistencia estable a Roya y CBD. Menos fungicidas, cosechas más seguras.

Porte bajo (tipo Caturra) y alta productividad. Entra en cosecha muy rápido (18-24 meses), pero exige renovación constante tras 4-5 ciclos fuertes.

Ciclo de Vida: Es una variedad «de carrera corta». Produce mucho y rápido, pero requiere renovación (recepa) antes que las variedades antiguas.

Entrada en producción y vida útil

En condiciones normales, el cafeto entra en producción comercial entre los 18 y 24 meses tras la siembra. Es decir, algo más rápido de lo que muchos productores estaban acostumbrados con materiales más antiguos.

Bien implantada, con buena distancia entre árboles y en suelos por encima de 1.600 m s. n. m., puede ofrecer unas cuatro o cinco cosechas fuertes antes de necesitar una renovación seria (recepa o resiembra completa).

A partir de ahí, como en casi todas las variedades modernas, la curva de rendimiento empieza a caer y compensa más renovar que sostener un árbol cansado a base de insumos.

Rendimiento y manejo

En cuanto a kilos, juega en la parte alta de la tabla para arábica.

Castillo fue seleccionada precisamente para rendir más que Caturra en la misma superficie, manteniendo un tamaño de grano comercial atractivo.

Eso no significa que funcione sola: es una planta que responde muy bien a la fertilización y al buen manejo de sombra, pero que también acusa rápido los descuidos. Si se recorta en abono, se descuida la poda o se saturan las fincas de plantas viejas, los kilos bajan y la percepción de “variedad poco productiva” aparece… aunque el problema no sea genético.

Resistencia a roya y enfermedad de la cereza

Aquí está su carta fuerte.
Castillo se libera con resistencia estable a la roya y a la enfermedad de la cereza (CBD), dos de los grandes enemigos del café arábica. Esa resistencia no es eterna, pero después de más de una década en campo sigue funcionando en la mayoría de zonas, y Cenicafé calcula que aún hay margen de seguridad antes de pensar en un reemplazo masivo.

Para el caficultor esto se traduce en algo muy concreto:

  • menos dependencia de fungicidas,
  • menor riesgo de perder cosechas enteras,
  • y una producción más predecible año a año.

Por eso, hoy, cerca de la mitad del parque cafetero colombiano está plantado con este material o con combinaciones donde entra en juego. No es solo un tema técnico: es una pieza clave para que el café siga siendo cultivable en muchas regiones donde la roya, sin resistencia genética, habría arrasado.

Líneas regionales de Castillo y cómo se adapta al clima

granos de café variedad castillo

Una de las cosas menos conocidas de esta variedad es que no hay un solo “Castillo”, sino varios. Cenicafé no soltó al mercado una única línea clonada, sino un conjunto de materiales emparentados, pensados para climas distintos dentro de Colombia.

Por qué existen varios “Castillos”

La lógica es sencilla: si se planta el mismo genotipo en medio país, la roya lo tiene muy fácil. En cambio, si se trabaja con líneas diferentes, adaptadas a microclimas concretos, se reparte el riesgo.

Por eso se desarrollaron varias versiones: El Rosario (Antioquia), Naranjal (Caldas), Paraguaicito (Quindío), La Trinidad (Tolima), Pueblo Bello (Cesar) y Santa Bárbara (Cundinamarca). Cada una se seleccionó con el mismo objetivo general (buen rendimiento, porte bajo y resistencia) pero afinando detalles de adaptación a temperatura, régimen de lluvias, tipo de suelo y altitud de cada zona.

Qué gana el productor con esta diversidad

Para el caficultor, esto se traduce en algo muy práctico:

  • puede elegir el Castillo que mejor encaja con su región, en lugar de forzar un material “genérico”,
  • reduce el riesgo de que una sola raza de roya tumbe todo su cafetal,
  • y tiene una planta pensada para responder mejor al clima real de su finca, no al de un ensayo perfecto.

En la práctica, estos “apellidos” (El Rosario, Naranjal, etc.) pasan muchas veces desapercibidos en la etiqueta del café, pero a nivel agronómico son la razón de que la resistencia siga siendo sólida después de años de uso masivo. La variedad no es una foto fija: es un conjunto de líneas que se reparten el trabajo de sostener buena parte del café colombiano en climas muy distintos dentro del mismo país.

Calidad en taza y debate: ¿qué tal sabe realmente?

Sabemos que no todo es igual y que influyen muchos factores, pero a grandes rasgos esto es lo que hemos obtenido en las catas de la variedad castillo:

Cómo se expresa en la taza

En cata, esta selección genética se suele describir como un café suave, aromático y con acidez cítrica marcada. Cuando viene de buenas altitudes y está bien procesado, el perfil se mueve entre:

  • dulzor limpio (caramelo, panela, miel ligera),
  • cítricos tipo naranja o mandarina,
  • cuerpo medio, sin pesadez,
  • notas que recuerdan a cafés clásicos de Caturra o Borbón.

Perfil Sensorial: Castillo

«Cítrico, Limpio y… ¿Polémico?»

Lejos del prejuicio de «híbrido», un buen Castillo ofrece una taza fina: acidez cítrica marcada (naranja/mandarina), cuerpo medio y un dulzor limpio a panela.

🍊 Naranja / Mandarina 🍬 Panela / Miel ✨ Limpieza Alta
LA CIENCIA RESPONDE
Castillo vs. Caturra

El Colombia Sensory Trial demostró que, a igual manejo y altura, no hay diferencias significativas en calidad. Castillo puede superar los 90 puntos.

Café de Colombia y Cenicafé han hecho catas a ciegas donde muchos catadores no distinguen fácilmente entre lotes de Castillo y lotes de Caturra cuando ambos vienen de la misma finca, con el mismo manejo y el mismo proceso.

En el Colombia Sensory Trial (ensayo sensorial comparando ambas variedades, cultivadas y beneficiadas bajo las mismas condiciones), los resultados fueron muy claros:

  • no hubo diferencias sistemáticas a favor de una u otra,
  • y algunas muestras de Castillo llegaron a puntuar 90+ en protocolos de especialidad.

Es decir: con buena agronomía y buen beneficio, puede dar cafés de concursos, no solo “café correcto”.

Castillo vs Caturra

El recelo viene, sobre todo, de su origen Catimor (Caturra x Híbrido de Timor). En la cabeza de muchos compradores, eso se traduce automáticamente en “peor taza”. Cenicafé y varias instituciones han ido desmontando esa idea con datos:

  • cuando se controla altitud, sombra, fertilidad y proceso, las diferencias sensoriales entre Caturra y Castillo se diluyen;
  • la variabilidad más grande no está entre variedades, sino entre fincas, lotes y manejos.

Dicho de otra forma:

  • una finca bien manejada con esta variedad puede producir cafés muy finos;
  • una finca descuidada con Caturra puede producir tazas mediocres.

La variedad marca ciertos rasgos de base, sí, pero para que el café llegue lejos en puntuación pesan bastante más la recolección selectiva, la fermentación, el secado y la altitud que el apellido del árbol.

Por eso cada vez se ven más lotes etiquetados como Castillo en catálogos de especialidad, sobre todo de proyectos que han decidido trabajar con lo que el productor ya tiene plantado, exprimirlo al máximo y demostrar en taza que no todo depende del genotipo.