Café natural o mezcla: ¿cuál es mejor?
Parece mentira, pero este debate sigue dando guerra. Y es que, como con casi todo en la vida, la respuesta a si es mejor el café natural o el café mezcla depende de… ¡adivinaste! De tus gustos personales.
Yo, personalmente, huyo de las mezclas como del lunes por la mañana.
Pero, ¡ojo!, también conozco gente que defiende el café mezcla con pasión. Así que, antes de que tomes partido, lo mejor es entender qué ofrece cada uno y decidir cuál va mejor contigo. Aquí no hay verdades absolutas, solo café y preferencias.
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¿Es mejor el café natural o mezcla?
El café natural se obtiene de granos que se han secado con toda su cereza intacta, lo que da como resultado un sabor más frutal y con una acidez que puede darle un buen puñetazo a tus papilas gustativas (en el mejor sentido, claro).
El café mezcla, por otro lado, combina granos naturales con torrefactos, buscando un equilibrio entre ambos.
¿El resultado?
Un café con cuerpo robusto y una amargura que te deja con ganas de más… o no, según el día que hayas tenido.
La calidad, como siempre, depende del tipo de grano y del proceso de tostado, así que te recomiendo que pruebes ambos y decidas por ti mismo.
¿Qué es exactamente el café mezcla?
El café mezcla, como su nombre indica, es simplemente eso: una combinación de granos de café natural y torrefacto. Lo interesante de esta mezcla es su flexibilidad, ya que puedes ajustar las proporciones según el gusto y la intensidad que busques.
¿Te gusta más suave o más fuerte? Aquí tienes la libertad de elegir.
A pesar de que sigue siendo muy popular en España, tengo que decirte que hay opciones más saludables. Pero bueno, no vamos a entrar en pánico todavía.
Las combinaciones más comunes son:
- 50/50: La mezcla clásica. Mitad café natural, mitad torrefacto. Ni pa’ ti ni pa’ mí.
- 70/30: Un poco más de café natural para los que buscan un sabor más equilibrado.
- 80/20: Para los que ya se acercan peligrosamente a un paladar más exigente, con 80% de natural y solo un toque de torrefacto.
Si te gusta experimentar con los sabores, probar diferentes proporciones puede ser una buena forma de encontrar la mezcla perfecta para ti.
El café torrefacto
Ahora bien, hablemos del café torrefacto, que es un poco el rebelde del grupo.
Aunque el café torrefacto tiene su lugar en el mercado y entiendo que hay quienes lo disfrutan por su sabor fuerte y esa nota amarga tan característica, yo siempre recomendaré el café natural.
¿Por qué?
Porque el torrefacto, al tostar los granos con azúcar, termina enmascarando las cualidades originales del café. El resultado es un sabor más intenso, sí, pero también más amargo y menos puro. Si lo que te gusta es sentir el sabor auténtico del café, el torrefacto no es precisamente el mejor camino.
El café natural, por otro lado, respeta mucho más la esencia del grano. Sin azúcares añadidos ni caramelización, lo que obtienes es un café que preserva todas las notas de sabor que lo hacen único. Y si ya hablamos de café de especialidad, la cosa se pone seria. Este tipo de café se cultiva con un mimo extra, cuidando cada detalle desde la planta hasta la taza, lo que da como resultado una bebida mucho más rica, con matices que el torrefacto jamás podría ofrecer.
Así que, aunque entiendo que el torrefacto pueda tener su público, si realmente quieres disfrutar de lo mejor que puede ofrecer una buena taza de café, mi recomendación siempre será el café natural, y si es de especialidad, mejor que mejor.
¿Es mejor el café molido mezcla o natural?
La preferencia entre café molido mezcla o natural se reduce a gustos personales y a lo que busques en tu experiencia con el café.
- El café natural ofrece sabores más auténticos y notas específicas de su origen, ideal para quienes desean explorar la diversidad del café.
- La mezcla, por otro lado, es perfecta para aquellos que buscan un equilibrio y consistencia en el sabor, combinando lo mejor de diferentes granos para crear perfiles complejos.
Al final, la mejor opción es la que más disfrutes.
