Hacer café en prensa francesa es fácil si sigues estos pasos
Si creías que hacer buen café en casa requería una máquina cara y complicaciones innecesarias, voy a abrirte los ojos: hay métodos como la prensa francesa que no necesita electricidad, filtros ni precisión de cirujano. Solo café, agua caliente y un poco de paciencia.
¿Por qué deberías probarla?
Porque es fácil, barata y el café que saca tiene más cuerpo y sabor que muchos métodos más sofisticados. Además, si un día te da por las infusiones, también te sirve para eso.
Voy a contarte cómo usarla bien (sin arruinar tu café), qué errores evitar y cómo sacarle el máximo partido. Ya verás como es más sencillo de lo que piensas.
Índice de contenidos
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Materiales y preparación previa: Lo que necesitas antes de empezar (y qué errores evitar)
Antes de lanzarte a preparar café como si fueras un barista profesional, asegúrate de tener lo básico:
🔹 Cafetera de prensa francesa (obvio, pero nunca falta quien lo olvida).
🔹 Café en grano (y un molinillo, si quieres hacerlo bien).
🔹 Agua caliente, pero sin hervir (entre 90-95°C, o simplemente deja reposar el agua unos 30 segundos tras hervir).
🔹 Báscula o cuchara medidora (si quieres precisión, aunque también puedes ir a ojo).
La receta perfecta paso a paso: Café en prensa francesa sin margen de error
Ahora que tienes todo listo, es momento de preparar un café que te haga cuestionarte por qué no lo hiciste antes. Sigue estos pasos y prepárate para una taza digna de barista (sin el diploma).
Paso 1: Muele el café (o usa uno ya molido, pero bien elegido)
Necesitas una molienda gruesa, algo parecido a la sal gruesa o pan rallado. Si es demasiado fina, el émbolo se atascará y terminarás con posos molestos en la taza. Usa unos 15 g de café por cada 225 ml de agua (aproximadamente una cucharada por taza).
Paso 2: Precalienta la cafetera
Llénala con agua caliente durante unos segundos y vacíala. Esto evitará que el café pierda temperatura demasiado rápido (sí, ese detalle marca la diferencia).
Paso 3: Calienta el agua (sin quemar el café en el proceso)
El agua debe estar entre 90-95°C. _Yo uso una tetera que calienta el agua a la temperatura exacta, pero si no tienes termómetro, hiérvela y espera unos 30 segundos antes de usarla.
Paso 4: Añade el café y el agua
Pon el café en la cafetera y vierte el agua caliente en movimientos circulares para mojar bien todo el café. Esto ayuda a una extracción uniforme.
Paso 5: Remueve y deja infusionar
Usa una cuchara para remover ligeramente el café y deja reposar entre 3 y 5 minutos, según la intensidad que prefieras.
Paso 6: Baja el émbolo con suavidad
Presiona lentamente el émbolo sin hacer fuerza. Si sientes mucha resistencia, es porque la molienda es demasiado fina.
Paso 7: Sirve de inmediato (y no lo dejes dentro de la cafetera)
Si no lo bebes todo al momento, pásalo a otro recipiente. Dejarlo en la prensa hará que siga extrayéndose y termine amargo.
Y listo. Un café con cuerpo, sabor y sin complicaciones. Ahora, ¿qué pasa si algo te sale mal? No te preocupes, en el siguiente apartado te cuento los errores más comunes y cómo arreglarlos.
Errores comunes que arruinan tu café (y cómo evitarlos)
❌ Moler el café demasiado fino: Acabarás con una taza llena de posos. La textura debe ser como pan rallado grueso.
❌ Usar agua hirviendo: Quemarás el café y sabrá amargo. Espera unos segundos antes de verterla.
❌ No precalentar la cafetera: El café pierde temperatura más rápido si la jarra está fría. Enjuágala con agua caliente antes de empezar.
❌ Dejar el café en la prensa demasiado tiempo: Si no lo sirves de inmediato, se volverá amargo. Si sobra, pásalo a otro recipiente.
Cómo ajustar la intensidad de tu café en prensa francesa
Porque no todos los días necesitas el mismo nivel de cafeína en sangre, aquí te dejo algunas claves para personalizar tu café según lo fuerte que lo quieras:
Si te gusta un café más suave:
🔹 Usa menos café: en lugar de la proporción estándar (15 g de café por 225 ml de agua), prueba con 12 g.
🔹 Reduce el tiempo de infusión a 3 minutos.
🔹 Usa un tostado más claro, que suele ser más afrutado y menos intenso.
Si lo prefieres más fuerte:
🔹 Aumenta la dosis a 20 g por 225 ml de agua.
🔹 Deja infusionar hasta 5 minutos.
🔹 Usa un tostado más oscuro, que tiene sabores más intensos y achocolatados.
Si quieres un café que te despierte de verdad:
🔹 Prueba con café robusta en lugar de arábica (tiene casi el doble de cafeína).
🔹 Usa agua un poco más caliente (cerca de los 95°C) para extraer más sabor.
🔹 Mezcla con un poco menos de agua para hacerlo más concentrado.
El método de prensa francesa es súper versátil, así que experimenta hasta encontrar la intensidad perfecta para ti.
Un poco de historia (sin aburrirte demasiado)
La prensa francesa es el típico invento cuya paternidad se disputan varios países. Los franceses dicen que la idea fue suya allá por 1850, cuando alguien decidió mezclar café y agua caliente y colarlo con un émbolo. Problema: el café se escapaba por los lados y el resultado no era precisamente limpio.
Luego llegaron los italianos, que en 1929 pusieron orden al asunto con una patente de Attilio Calimani, añadiendo un filtro más ajustado. Y fue un suizo, Faliero Bondanini, quien la popularizó en Francia en los años 60.
Hoy, la cafetera de émbolo sigue siendo un clásico: simple, efectiva y sin necesidad de manuales complicados. Así que, aunque su origen sea un misterio, lo que está claro es que funciona. Y ahora que sabes de dónde viene, vamos a lo importante: por qué deberías usarla.
¿Por qué elegir la prensa francesa?
Porque es el método de café más fácil que no necesita tecnología, filtros de papel ni piezas difíciles de limpiar. Solo agua caliente, café molido y un émbolo. Además:
✅ Más sabor, más cuerpo: A diferencia de los filtros de papel, deja pasar los aceites naturales del café, dándole más intensidad y textura.
✅ Sin enchufes, sin dramas: No necesitas electricidad, no explota como una moka mal cerrada y no te deja con la sensación de haber hecho un máster en ingeniería.
✅ Tú decides la intensidad: ¿Te gusta fuerte? Déjalo infusionar más tiempo. ¿Más suave? Usa menos café. Fácil y sin menús digitales confusos.
✅ Se limpia en segundos: Un enjuague rápido y listo. Nada de desmontar piezas imposibles ni rezar para que la máquina no te deje tirado.
En resumen: más sabor, menos complicaciones. Ahora que te has convencido, vamos a lo que importa: cómo prepararlo bien sin arruinarlo
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Variaciones y trucos extra para mejorar tu café en prensa francesa
Ahora que ya dominas lo básico, es hora de darle un toque extra a tu café. Porque sí, puedes hacer más que solo agua y café. Aquí van algunas ideas:
Con especias para un toque diferente
🔹 Añade canela, cardamomo o nuez moscada directamente al café molido antes de añadir el agua. Un pequeño toque puede cambiar completamente el perfil de sabor.
Con un extra de cremosidad
🔹 Sustituye parte del agua por leche caliente o bebida vegetal (avena, almendra o coco). No es «ortodoxo», pero el café queda más cremoso y con un punto más dulce.
Estilo cold brew (para los días de calor)
🔹 Usa agua fría en lugar de caliente y deja reposar en la nevera entre 12 y 18 horas. Luego presiona el émbolo y disfruta de un café frío sin amargor.
Con un toque «barista» (sin necesidad de una cafetera cara)
🔹 Usa agua con gas en vez de agua normal para obtener un café con un ligero burbujeo (esto realza ciertos aromas, especialmente en cafés afrutados).
🔹 Añade una pizca de sal si tu café queda demasiado amargo (sí, funciona).
Con estos trucos, puedes personalizar tu café en prensa francesa y sorprender hasta a los más cafeteros.
Ahora sí, última parada: cómo limpiar tu cafetera y mantenerla en perfecto estado.