Superautomática Siemens EQ300: Nuestro análisis 2025
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A veces, el nombre de un producto puede jugar en su contra. Eso es lo que nos ha pasado con la Siemens EQ.300, una cafetera superautomática que, a simple vista, parece un modelo completamente nuevo dentro de la familia Siemens.
Pero no lo es.
En realidad, estamos ante una evolución casi nominal de la ya conocida Siemens EQ3. Entonces, ¿qué sentido tiene esta review?
Sencillo: porque sigue siendo una máquina muy interesante para ciertos perfiles de usuario, y porque su precio actual la hace más atractiva que nunca. La hemos probado durante varias semanas, con cafés distintos y en condiciones de uso real, para entender hasta dónde llega… y dónde se queda corta.
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Nuestro análisis de la superautomática Siemens EQ.300
Esta cafetera de Siemens no viene a revolucionar el mercado, pero sí a ofrecer una alternativa sencilla, compacta y funcional para quienes solo quieren una buena taza de café… sin volverse locos.
La hemos estado usando durante unos meses como nuestra cafetera superautomática principal y esto es lo que hemos observado.
Versiones disponibles
Aunque a simple vista todas parezcan iguales, la Siemens EQ.300 se presenta en varias versiones que difieren en pequeños detalles. Pero presta atención porque no todas ofrecen exactamente lo mismo.
Estas son las versiones más comunes:
- TI353501DE (plata): Incluye pantalla con iconos, espumador tipo trompa y carcasa plástica en acabado metalizado.
- TI351209RW (negro): es la versión que hemos probado, más económica que la de acabado en plata. No incluye pantalla LCD, no permite preparar dos cafés con leche a la vez y suele venir sin accesorios como pastillas de limpieza.
- TI355F09DE (extraKlasse, negro): teóricamente con características mejoradas. En la práctica, la diferencia está en el color y un ligero cambio de peso. A nivel funcional, es idéntica a la versión TI353501DE.
También circulan modelos con numeraciones muy parecidas como TI351509DE o TI35A209RW, y versiones Bosch bajo el nombre VeroCup 300 (TIS30321RW) que en realidad son el mismo aparato bajo marca diferente (ambas pertenecen al grupo BSH).
📌 Consejo: Si te decides por una, revisa bien el número de modelo. A veces una diferencia de 20 euros esconde cambios más importantes en funciones o prestaciones.
Dimensiones, materiales y Acabados
Esta superautomática no ocupa demasiado espacio en la encimera: sus dimensiones son contenidas y el diseño es bastante limpio. La carcasa es de plástico, con acabados en color negro o acero (aunque este último es más bien un recubrimiento metálico, no metal auténtico).
El conjunto da sensación de robustez, aunque no esperes materiales premium. Para el rango de precio en el que se mueve actualmente, cumple más que bien.
Algo importante a tener en cuenta y que para mí ha sido una limitación; Para extraer la bandeja de posos hay que abrir una puerta frontal, y necesitas espacio a la izquierda (porque esta puerta abre hacia ese lado). Te muestro una imagen para que lo veas más claro:
Yo la tengo pegada a un lateral de un mueble y tengo que mover la cafetera cada vez que hay que vaciar los posos… un engorro.
Pantalla y panel de control
Aquí no hay florituras: la Siemens EQ.300 apuesta por un sistema de iconos y botones físicos en el borde superior. No hay pantalla a color ni texto explicativo, lo cual puede ser un inconveniente si buscas algo más visual o detallado.
A cambio, todo es directo: eliges entre espresso, caffè crema, cappuccino, latte macchiato o leche caliente, y pulsas el botón. Puedes ajustar la intensidad (en 3 niveles) y el volumen manteniendo el botón pulsado durante la preparación.
Si no estás familiarizado con el funcionamiento de una superautomática, este modelo te lo pone fácil. El manejo es muy intuitivo, aunque algo limitado si buscas una personalización más avanzada.
Perfiles de usuario
No tiene perfiles como otras máquinas de gama media-alta. Todas las configuraciones (volumen, intensidad) se mantienen por tipo de bebida, pero no hay posibilidad de guardar preferencias para varios usuarios.
Si sois varios en casa con gustos muy distintos, tendrás que ajustar manualmente cada vez.
Preparación del café
Aquí es donde la Siemens EQ.300 saca a relucir sus cartas, aunque no todas son ases. Esta máquina prepara cafés con una calidad correcta, especialmente si no eres demasiado exigente con el espresso. Es rápida en el calentamiento, y el proceso de preparación es directo: eliges la bebida, ajustas si quieres el volumen o la intensidad, y listo.
Espresso: mejor a intensidad media
Nos ha sorprendido positivamente… con matices. Si usas buenos granos y mantienes la intensidad en nivel medio (3 de 6), el espresso tiene cuerpo, una crema decente y buena temperatura. Si subes la intensidad al máximo, el grupo de infusión parece sufrir: la extracción es irregular y el resultado pierde calidad.
Lo que nos ha quedado claro es que esta máquina no puede compactar bien grandes dosis de café molido. Así que mejor no forzarla y buscar el equilibrio.
Café crema y bebidas largas
El café crema resulta algo flojo, y no hay opción directa para preparar un americano, ya que no incluye función de agua caliente. Si te gusta el café largo pero con cuerpo, puede que necesites experimentar un poco con las proporciones o prepararlo en dos pasos (espresso + agua caliente del hervidor).
Espuma de leche: simple, pero muy efectiva
Uno de los mayores aciertos de la Siemens EQ.300 es su peculiar sistema de espumado. En lugar de un sistema completamente automático o un tubo clásico de vapor, integra una “trompa” espumadora semiautomática, que ofrece una experiencia intermedia: tú introduces el tubo en la taza con leche, pulsas un botón, y la máquina se encarga del resto.
Y el resultado nos ha convencido. La espuma es densa, firme y con buena textura, ideal para cappuccinos o lattes. Además, funciona sorprendentemente bien con leches vegetales, algo poco habitual en máquinas de este rango.
Tiene tiempos preconfigurados de espumado según la bebida (más corto para cappuccino, más largo para latte macchiato), pero puedes detenerlo manualmente si prefieres controlar la consistencia. Esto le da un punto de flexibilidad que se agradece.
Este sistema tiene solo dos piezas, se desmonta en segundos y se puede enjuagar directamente bajo el grifo o meter al lavavajillas. Es uno de los espumadores más fáciles de mantener que hemos probado en una superautomática.
Eso sí, no permite preparar dos bebidas con leche a la vez, ya que el tubo debe colocarse en cada recipiente individualmente. Si sueles hacer dos cappuccinos seguidos, tenlo en cuenta: hay que repetir el proceso manualmente.
Molinillo y Configuración
El molinillo cerámico de la Siemens EQ.300 es uno de sus puntos fuertes. Aunque solo ofrece tres niveles de ajuste, es más que suficiente para el usuario medio que busca un café equilibrado sin complicaciones técnicas. Además, al estar fabricado en cerámica, es más silencioso que muchos molinillos de acero y evita el sobrecalentamiento del grano.
Eso sí, si vienes de una Siemens EQ6 o EQ9, notarás la diferencia: aquí el molido no es tan silencioso ni tan preciso. De hecho, es uno de los aspectos que más ruido genera en esta máquina, algo que varios usuarios también han comentado como una molestia si la usas a primera hora de la mañana.
Una cosa importante: como en casi todas las cafeteras automáticas, el grado de molienda solo debe ajustarse mientras el molinillo está en funcionamiento, para evitar daños en el mecanismo.
Configuración básica, pero funcional
En cuanto a la configuración, la EQ.300 te permite:
- Ajustar la intensidad del café (3 niveles).
- Cambiar el volumen durante la preparación (pulsando el botón correspondiente).
- Personalizar la duración del espumado para cada bebida con leche.
No se puede ajustar la temperatura del café ni guardar perfiles de usuario, ni hay opciones avanzadas como control de dureza del agua desde el menú (aunque puedes cambiarlo manualmente en la configuración inicial).
Es una máquina que va a lo básico, pero lo hace bien.
Mantenimiento y limpieza
Si algo nos ha quedado claro al usar la Siemens EQ.300 es que está pensada para usuarios que quieren simplificar, también en lo que se refiere al mantenimiento. En este apartado, la máquina cumple bien, aunque con algunos matices que conviene tener en cuenta.
Limpieza diaria sencilla
El espumador se limpia en segundos, y tanto la bandeja de goteo como el recipiente para posos son aptos para lavavajillas. Además, puedes abrir el frontal como una puerta para extraer fácilmente el grupo de infusión, lo cual facilita mucho la limpieza a fondo.
Eso sí, después de espumar leche, el tubo queda bastante caliente, por lo que conviene dejarlo enfriar unos minutos antes de manipularlo.
Programa Calc’n’Clean… algo frecuente
La máquina incluye un ciclo automático de limpieza y descalcificación (Calc’n’Clean), pero hay que activarlo más a menudo de lo que esperábamos, incluso si usas filtro de agua o el agua de tu zona es blanda. Esto puede resultar un poco engorroso, sobre todo porque los productos de limpieza de Siemens no son precisamente baratos.
Un detalle positivo es que puedes ajustar la dureza del agua en la configuración, y es recomendable seleccionar un valor algo más bajo que el real si no quieres que la máquina esté pidiendo limpieza cada dos por tres.
En general, es un sistema que no requiere conocimientos técnicos ni pasos complicados. Pero si no eres constante con la limpieza, puede darte alguna que otra sorpresa.
Siemens EQ.300 vs. De’Longhi Magnifica S (ECAM 22.110.B)
La De’Longhi Magnifica S ha sido durante años el estándar de entrada para quienes buscan una superautomática fiable y sin florituras. Frente a ella, la EQ.300 aporta un espumador más moderno y sencillo de limpiar, un molinillo cerámico en lugar de uno de acero y una mejor presentación en taza para bebidas con leche.
Sin embargo, la De’Longhi permite preparar dos cappuccinos al mismo tiempo (manual, pero útil), tiene más niveles de ajuste y un acceso más cómodo al depósito de agua. Si te interesa el espresso por encima de todo, la Magnifica puede darte un punto más de control.
Siemens EQ.300 vs. Krups Roma
La Krups Roma tiene un diseño más robusto, pero un espumador más clásico y una limpieza interna mucho menos accesible (no puedes extraer el grupo de infusión). En comparación, la Siemens es más amigable para quienes priorizan la higiene y el mantenimiento fácil.
Si buscas una cafetera automática económica, fácil de usar y con buen rendimiento para bebidas con leche, la Siemens EQ.300 es una opción más que digna. No esperes personalizaciones avanzadas ni resultados de barista, pero si te conformas con un buen café sin complicaciones, te puede dar muchas alegrías.
Ahora, si eres exigente con el espresso o necesitas más opciones de configuración, puede que prefieras mirar hacia la gama media… o incluso irte a por una cafetera manual con molinillo aparte.
Lo que me encanta
✅ Espumador semiautomático eficaz y fácil de limpiar
Produce una espuma de buena calidad sin necesidad de técnica, y se limpia en segundos.
✅ Diseño compacto y elegante
Ocupa poco espacio, con un diseño moderno y discreto. Ideal para cocinas pequeñas.
✅ Manejo muy intuitivo
Todo se hace desde botones físicos claros, sin necesidad de manual ni configuraciones complicadas.
✅ Molinillo de buena calidad
Molino de muelas cerámicas muy consistente en la molienda y preciso.
✅ Buena relación calidad-precio (precio actual)
En torno a los 400 €, es una opción razonable para quienes quieren iniciarse en el mundo del café automático sin gastar demasiado.
Lo que podría mejorar
❌ Solo 3 niveles de intensidad y sin control de temperatura
Poca personalización frente a modelos de gama media.
❌ No permite dos bebidas con leche simultáneamente
Si sois varios en casa, preparar cappuccinos uno a uno puede ser un incordio.
❌ Ruido al moler y preparar
Más ruidosa que otros modelos, especialmente durante el molido.
❌ Descalcificación frecuente
Incluso con agua blanda o filtro, pide limpieza más a menudo de lo deseado.
❌ Para sacar la bandeja de agua y posos hay que abrir la puerta
Es un poco engorroso y además necesitas espacio en el lado izquierdo para poder abrir.
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