Así es cómo consigo hacer café cremoso en cafetera italiana
¿Quieres preparar un café cremoso en casa como el que se sirve en las cafeterías? Hoy te voy a enseñar a hacer un café con cafetera italiana que te hará llorar de alegría.
Las cafeteras italianas, también conocidas como Moka te permiten extraer el máximo aroma y cuerpo de cada grano de café, pero, como todo en la vida, hay truquitos que lo llevan al siguiente nivel. Y ya verás como no es nada difícil…
Índice de contenidos
Café y agua: No vale cualquiera
Para un café cremoso y lleno de sabor, la calidad de los ingredientes es clave. Invierte en granos de café de alta calidad, preferiblemente de especialidad y recién tostados, para conservar mejor los aceites y aromas. El molido medio-fino es ideal para la cafetera italiana, permitiendo una extracción adecuada sin obstruir el filtro.
El agua mineral de buena calidad es esencial, ya que el agua del grifo puede alterar el sabor. Llena la base de la cafetera hasta justo debajo de la válvula de seguridad para garantizar la presión adecuada.
Con estos ingredientes bien seleccionados, estás a medio camino de disfrutar un café cremoso y espectacular. ¡Vamos a la preparación!
Si has comprado una cafetera italiana espero que no estés pensando en seguir usando un café mediocre de supermercado ¿verdad?
Te digo yo que el «combo de buena cafetera + café de especialidad» va a hacer que te explote la cabeza 🤯
Granos seleccionados y recién tostados a mano por experto barista, directo de la tostadora a tu casa… vas a hacer que tus visitas se mueran de envidia por tu café… «nivel dios.». Echa un ojo, porque hay un pack de cafés seleccionados para cafetera italiana que merece mucho la pena.
Preparación de la Cafetera Italiana
Ahora que tienes los ingredientes perfectos, es momento de preparar tu cafetera italiana. Vamos a asegurarnos de que cada paso sea un éxito para que disfrutes del mejor café cremoso.
Primero, coge la base de la cafetera y llénala con agua mineral. La clave aquí es llenar hasta justo debajo de la válvula de seguridad, no la sobrepases. Este pequeño detalle asegura que la presión dentro de la cafetera sea la ideal para una extracción perfecta. No te preocupes, no es complicado; solo asegúrate de no sobrepasar ese punto.
Luego, llega el momento de añadir el café molido. Coloca el filtro en la base de la cafetera y llénalo con tu café medio-fino. Aquí es donde muchos se equivocan: no presiones el café, simplemente nivélalo con una cuchara. Al dejarlo suelto, permites que el agua pase uniformemente a través del café, sacando todo su sabor sin que quede demasiado amargo o débil.
Con el filtro lleno y nivelado, arma tu cafetera. Coloca el filtro en la base llena de agua y enrosca la parte superior firmemente. Asegúrate de que todo esté bien cerrado; esto evitará que el vapor se escape y garantizará una cocción adecuada. Ahora sí, tu cafetera está lista para la acción.
¡Ya casi podemos saborear ese café delicioso! Sigamos con la cocción para completar nuestra obra maestra.
Antes de continuar… ¡TE RETO!
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La cocción perfecta
Con la cafetera lista, es hora de la cocción. Pon la cafetera a fuego medio. La paciencia es clave aquí, así que evita subir la temperatura. A medida que el agua se calienta, comenzará a subir a través del café molido hacia la cámara superior. Cuando veas que el café empieza a salir, baja un poco la temperatura para una extracción más lenta y controlada.
Escucharás un gorgoteo que indica que casi todo el agua ha subido. En ese momento, retira la cafetera del fuego para evitar que el café se queme en la base.
¡Listo! Ahora tienes un café recién hecho, perfecto para el toque final: la crema.
La clave para conseguir un café cremoso en cafetera italiana
¡Aquí viene la parte mágica! Para crear una espuma cremosa necesitarás un poco de azúcar y seguir estos sencillos pasos.
Mientras la cafetera hace su magia y el café sube a su ritmo (que, por cierto, nunca es lo suficientemente rápido cuando tienes prisa), aprovecha para preparar la parte divertida: la crema de azúcar.
1️⃣ Pon en la taza unas dos cucharaditas de azúcar. Sí, ya sé que los puristas del café estarán escandalizados, pero esto no es para endulzar, sino para crear esa espuma espesa y cremosa que hace que el café parezca sacado de una cafetería de abuelas expertas.
2️⃣ Cuando empiece a salir el primer chorrito de café, atrápalo. No esperes a que la cafetera termine o perderás la parte más densa. Un par de cucharaditas de este elixir concentrado son suficientes.
3️⃣ El momento del cardio: mezcla el café con el azúcar con ganas, como si estuvieras batiendo clara de huevo para un merengue. Dale con energía hasta que se forme una crema espesa de color marrón claro. No vale rendirse a los 10 segundos; necesitas unos minutos de dedicación. Sí, tu brazo te lo va a recordar mañana, pero piensa en ello como un mini entrenamiento matutino.
La clave es que la mezcla quede homogénea, sin grumos ni cristales de azúcar flotando. Cuando la tengas lista, solo te queda añadir el resto del café y disfrutar de tu obra maestra. Y sí, ahora puedes fingir que eres un barista profesional.
Una vez que hayas logrado la crema, espera a que todo el café haya subido. Luego, distribuye la crema de café-azúcar en las tazas. Finalmente, vierte el café recién hecho sobre la crema y mezcla bien.
¡Y listo! Ahora solo te queda disfrutar de tu café cremoso, hecho con amor y perfección. Busca un lugar cómodo, relájate y disfruta de tu creación.
