Café Chai: ¿Qué es y cómo se prepara?

No puedo evitarlo, cada vez que escucho café chai me viene a la cabeza yoga y paz interior. Pero no tiene ninguna relación, es más, cuando te la tomas te pega un chute de energía que ni dos expresos juntos.

Si te parece raro combinar el café con especias, prepárate para sorprenderte, porque este mix está conquistando cafeterías por todo el mundo. Estamos hablando de una bebida que mezcla la intensidad del café con las especias cálidas y aromáticas del chai indio.

Sí, chai, ese que de alguna manera ha pasado de ser el té favorito de las abuelas indias a la bebida más cool en las cafeterías occidentales. Pero aquí no hablamos de té: el café chai es como el primo más fuerte y con más cafeína.

¿Te animas a darle un toque exótico a tus mañanas?, pues voy a contarte todos los secretos para hacerte el mejor café chai latte de tu vida.

Café Chai: ¿Qué es y Cómo se Prepara?

Café Chai

Cuando hablamos de café chai, estamos hablando de una fusión que une lo mejor de dos mundos. Por un lado, tienes la base aromática y especiada del clásico té chai indio. Y por el otro, llega el café, ese toque intenso y cargado de energía que todos necesitamos para sobrevivir a la rutina.

A diferencia del té chai, que es más tranquilo y usa té negro como protagonista, el café chai no se anda con rodeos. Aquí entra en juego el café molido, dándole no solo un sabor más robusto, sino también esa dosis de cafeína que te despierta del modo zombi en el que probablemente te encuentras. Es la bebida perfecta si te encanta el chai, pero también necesitas que alguien (o algo) te dé un empujón directo a la productividad.

Ingredientes comunes del café Chai

Aquí no estamos jugando con ingredientes básicos. Para hacer un buen café chai, necesitas una combinación de sabores que haga cantar a tus papilas gustativas. La base debe ser un buen café, preferiblemente un café de especialidad. Veamos en detalle todos los ingredientes:

  • Café molido: Preferiblemente un tueste medio, porque no queremos que las especias se lo coman vivo.
  • Canela: La responsable de que tu café huela como un abrazo calentito.
  • Cardamomo: El toque dulce y un poco exótico que te transporta a otro continente.
  • Jengibre: El encargado de darte ese pequeño «zaska» picante que te despierta sin piedad.
  • Clavos de olor: Nada dice «bebida especiada» como los clavos de olor.
  • Pimienta negra: Sí, pimienta. Porque alguien decidió que el café también podía ser spicy y la vida no ha vuelto a ser la misma desde entonces.
  • Nuez moscada: El broche final, que le da suavidad y un toque aromático.

Estas especias se pueden ajustar en cantidad según las preferencias de cada uno, buscando siempre un equilibrio que complemente tanto el aroma del café como el carácter especiado del chai.

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Métodos de preparación del café chai

Aquí es donde podemos ponernos creativos. Hay más de una forma de preparar un buen café chai, y todo depende de cuánta paciencia tengas (o del nivel de barista que quieras aparentar).

  1. Infusión de especias: Si tienes tiempo y quieres sentirte un poco chef, esta es la tuya. Hierves las especias en agua y luego usas esa agua para preparar el café. El resultado es una bebida aromática que huele a pura gloria.
  2. Mezclar las especias con el café: Para los que no tienen ganas de complicarse, mezcla las especias directamente con el café molido. Lo echas todo en la cafetera y listo. Fácil, rápido y con todo el sabor.
  3. Cocción lenta (simmering): Si eres de los que disfrutan intensificando cada momento, esta técnica es la que potencia más el sabor. Cocinas el café ya hecho con las especias a fuego lento, como si estuvieras cocinando un guiso de sabores potentes. El resultado es espectacular, con cada ingrediente fundido en el siguiente.
  4. Sirope de chai: ¿Te da pereza total todo lo anterior? Sin problema. Tira de sirope de chai comercial y mézclalo con tu café recién hecho. Es rápido, práctico y sigue estando rico.

Cada uno de estos métodos para preparar café chai tiene su encanto y depende de cuánto tiempo tengas o lo chef que te sientas ese día.

¿Tienes prisa? Pues hazlo rápido. ¿Te sientes creativo y quieres impresionar hasta al gato? Dale, saca las especias y a infusionar como un profesional. Al final del día, lo importante es que el café chai debe ser esa bebida que te reconforta, pero que también te refresca.

El Chai Latte: Un Pariente Lechoso sin Café

Chai Latte

Vamos a aclarar algo desde el principio: aunque en su nombre aparece la palabra latte, el chai latte no lleva ni una gota de café. Sí, lo sé, suena a estafa, pero en realidad es una versión suave, cremosa y reconfortante del tradicional té masala chai que te va a encantar si buscas algo calentito, lleno de sabor y, lo más importante, sin el subidón de cafeína.

Este fenómeno que arrasa en las cafeterías de todo el mundo es para los que quieren una bebida para nota, sin el problema de estar despierto hasta las 3 a.m. Para mí el chai latte es el equivalente de un domingo de manta y peli: cálido, especiado y sin complicaciones.

Ingredientes del Chai Latte

Como suelo decir, el chai latte es básicamente un té disfrazado de estrella pop. Combina una buena base de té negro infusionado con especias que ya conoces (y adoras), como:

  • Canela: la reina del confort.
  • Cardamomo: exótico, dulce y un poco misterioso.
  • Clavos de olor: siempre intenso, pero en la medida justa.
  • Jengibre: el que pone un poquito de picante y hace que te despiertes, pero sin pasarse.
  • Pimienta negra: sí, la misma que usas en la cocina. Porque, ¿por qué no?

A esta mezcla de sabores la cubrimos con leche vaporizada (o cocida, si eres de los clásicos) que le da esa textura cremosa y espumosa que a todos nos encanta. Y si eres goloso, le puedes añadir un toque de azúcar, miel o sirope para suavizar el combo especiado y hacerlo aún más irresistible.

Preparación y Sabor

La preparación del chai latte es simple, pero efectiva. Empieza con una infusión de té negro y las especias, que luego se mezcla con leche caliente y espumada, como si fuera un café latte, pero sin el espresso.

Aquí no hay cafeína corriendo por tus venas, solo el sabor relajante de las especias y la calidez de la leche.

Ahora, hablando de sabores, el chai latte es como una versión más dulce y amigable de su primo el café chai. Mientras que el café chai tiene ese toque robusto y amargo del café que se mezcla con las especias, el chai latte es pura suavidad. Es como si las especias te dieran un abrazo y la leche te arropara por completo. Si te van las cosas más dulces y cremosas, esta es tu bebida.

¿Café Chai o Chai Latte?

Pues mira, depende de lo que busques. El café chai lleva café, obviamente, lo que significa que te da ese empujón de energía que tanto necesitas por la mañana. En cambio, el chai latte es más suave, más cremoso y… bueno, no lleva café, solo té negro y leche espumada. Es ideal para cuando quieres algo calentito y reconfortante, pero no necesitas un chute de cafeína.

Es decir, si lo que quieres es algo potente, especiado y con cafeína, el café chai es tu opción. Si prefieres una bebida más dulzona y tranquila, entonces el chai latte es tu mejor amigo.

Personaliza tu café chai

La mejor parte del café chai es que puedes hacerlo completamente a tu gusto. Puedes ser tan creativo como quieras:

  • Si te gusta más dulce, añade más canela.
  • Si prefieres un toque picante, aumenta la cantidad de pimienta negra.
  • ¿Eres fan del café intenso? Usa un café más fuerte y deja que las especias lo complementen en lugar de suavizarlo.

También puedes jugar con las leches. ¿Leche de almendra? ¿Leche de avena? ¿Coco?. Y si quieres llevarlo a otro nivel, añade un toque de vainilla o miel para suavizar el picante de las especias.

Los beneficios del café chai

El café chai no solo es una maravilla para tus papilas gustativas, sino que, sorpresa, ¡también es bueno para tu salud!

Primero, hablemos de las estrellas del show: el jengibre y la canela. No solo están ahí para hacer que tu bebida huela a Navidad, también son conocidas por sus propiedades antiinflamatorias y digestivas.

¿Comiste demasiado en la comida familiar? Pues un buen café chai y listo, te sentirás como nuevo. El jengibre, además, es ese pequeño héroe anónimo que te ayuda a no terminar con el estómago hecho un nudo.

Y luego tenemos a la pimienta negra. Sí, parece rara en una bebida, pero esta pequeña guerrera no está ahí solo para darle un toque picante.

Su verdadero superpoder es ayudar a que tu cuerpo absorba mejor los nutrientes. Es como el amigo que te da un empujón cuando te quedas dormido en la clase de yoga. Gracias a la pimienta, tu cuerpo se queda con lo mejor de lo que comes, mientras tú solo piensas en lo rica que está tu bebida.

¿Qué te ha parecido? ¿Tienes una versión propia de esta bebida? ¡Deja un comentario!

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