EL POETA (Panamá)
Desde 16,90 € IVA incluido
Este café no necesita gritar para llamar la atención… susurra, y lo hace muy bien.
Viene desde las montañas de Chiriquí, en Panamá, y es de esos cafés que te invitan a bajar el ritmo. Tiene un cuerpo cremoso, un toque dulce y un sabor suave que te envuelve como una manta cuando hace frío.

¿Es este café de especialidad de Panamá tu opción ideal?
Si te gustan los cafés tranquilos pero con personalidad, que no amargan ni explotan en acidez, este puede ser tu favorito.
Es redondo, limpio y equilibrado. Perfecto para una mañana sin prisas o para disfrutarlo mientras lees.
Nuestro café de Panamá en detalle…
Un café con historia (de las buenas)
Detrás de este café está la familia Rosas, que lleva cultivando en este terreno volcánico desde los años 50. Cuatro generaciones después, siguen mimando cada grano junto con la comunidad indígena Ngäbe Bugle, que es parte esencial del proceso.
El resultado: un café con alma, tradición y ese “algo” que no se puede explicar… pero se nota en cada taza.
¿Por qué el café panameño es tan especial?
Panamá puede ser un país pequeño, pero cuando se trata de café, juega en las grandes ligas.
Las fincas están en lo alto de las montañas, rodeadas de niebla, con suelos volcánicos y un clima que parece diseñado a propósito para que el café crezca lento, con calma… y con mucho sabor.
Aquí no se cultiva a lo bruto. Cada grano se cuida como si fuera único, y se nota. Especialmente en variedades como la Typica (la de El Poeta), que ofrece una taza suave, equilibrada y con un dulzor natural que no necesita explicación.
Detrás de cada taza hay generaciones de familias que siguen cultivando como se hacía antes: con cariño, conocimiento y sin prisas. Y eso convierte al café panameño en algo más que café: lo convierte en algo muy especial.