¿Cuánto tiempo hay que dejar haciéndose el café?: Temporizador y guía.
Preparar café no va de seguir una receta como si fueras un robot de cocina con patas. Va de ritmo, de saber cuándo moverse y cuándo quedarse quieto.
Va de tiempo.
Y no del que te roba el móvil, sino del que hace que un café merezca la pena.
No importa si usas prensa francesa, Aeropress o la moka heredada de tu abuela. En todos los casos, el reloj no perdona.
Así que si quieres evitar cafés tristes o directamente incomprensibles, sigue leyendo. Esto no es un manual, es una charla entre cafeteros obsesivos (como tú y como yo).
Índice de contenidos
Temporizador de café
Temporizador de Café
Prensa francesa: zen y paciencia
Aquí no vale ir con prisas. Molienda gorda, agua caliente y calma. Primero el “bloom” (sí, ese momento en que el café se infla como si respirara): 30 segundos. Luego ya sí, llenas hasta arriba y esperas. ¿Cuánto? Depende.
Cuatro minutos es lo típico, pero si el café es muy fresco o clarito, puedes estirarte hasta cinco. ¿Te gusta más suave? Prueba con tres.
💡¿Mi truco? 4:30 y no lo dejo reposar ni un segundo más. Porque si lo haces, te vas a encontrar con un café más amargo que un lunes sin café.
Aeropress: aquí cada segundo cuenta
Esto es como cocinar con cronómetro en mano. Bloom de 10-15 segundos, remueves, esperas, presionas. El método clásico va entre 1 y 1:30 minutos, pero si eres del clan invertido (Aeropress, no yoga), puedes alargarlo.
💡¿Mi receta? 17 g de café, 255 ml de agua, remojo de 1:10, prensado de 30 segundos. Sale un café con cuerpo, dulzón y sin amargor. Como si el filtro y el espresso se hubieran tomado un café juntos.
V60: precisión de relojero
Este es para los que disfrutan midiendo hasta el aire que respiran. Bloom de 30-45 segundos, luego agua en espiral, pulso zen. Todo debe durar entre 2:30 y 3:30. ¿Menos? Café sin chicha. ¿Más? Amargura en vena.
💡Mi fórmula mágica: 15 g de café, 250 ml de agua, 3:15 en total. Si lo haces bien, la taza brilla. Literalmente.
Chemex: filtro elegante, café paciente
La Chemex es como el V60 después de un curso de mindfulness. Filtro grueso, caída lenta. Bloom de 45-60 segundos, luego vertidos lentos, en varios pulsos. Tiempo total: entre 4 y 6 minutos.
💡Yo lo bordo en 5. ¿Resultado? Café limpio, suave, con dulzor inesperado. Como si el café se pusiera traje para impresionarte.
Moka: aquí el que manda es el oído
No hay reloj que valga. Llena el depósito hasta la válvula, café nivelado (ni prensado ni flojo), fuego medio y atención máxima. Cuando empieza a burbujear, baja el fuego. Cuando el gorgoteo se pone feo… ¡fuera del fuego ya!
Mi media: de 3 a 4 minutos desde que enciendo el fuego. Pero créeme, es el oído el que tiene la última palabra.
Resumen en tiempos
Método | Bloom | Infusión | Prensado / Vertido |
---|---|---|---|
Prensa francesa | 30–45 s | 3–5 min (máx 10 min) | inmediato post-infusión |
Aeropress (filtro) | ~10 s | 1–1:30 min | 20–30 s |
Aeropress (invertido) | — | 1:50–5 min | 30 s |
V60 | 30–45 s | 2:30–3:30 min | — |
Chemex | 45–60 s | 4–6 min total | — |
Moka italiana | — | 2–4 min (ruido gorgoreo) | — |
¿Entonces… importa el tiempo?
Sí, y mucho. Puedes tener el mejor café del mundo y cargártelo por pasarte 30 segundos. El tiempo no es un número: es la diferencia entre “bueno…no está mal” y “¡wow…increible!”.
Así que cronómetro a mano, oído afinado y deja que el café te diga cuándo está listo. Porque los buenos cafés no se improvisan… se afinan.