
EL SUPREMO (Colombia)
Desde 25,50 € IVA incluido
Un café de especialidad colombiano que lleva su nombre con justicia.
Proviene de un microlote exclusivo de la Finca Las Recinas, este café destaca no solo por su calidad superior, sino también por la inclusión de la codiciada variedad Papayo, una de las más valoradas en el mundo cafetero. ¡Todo un lujo!

Edición limitada… y exclusiva
Es un microlote exclusivo, lo que significa que es producido en cantidades limitadas, ello asegura una calidad superior y un sabor único. Este café incluye la apreciada variedad Papayo, conocida por su perfil de sabor excepcional y su rareza en el mercado.
Su intensidad y perfil de sabor lo hacen perfecto para aquellos que aprecian los matices de un café de alta calidad. Es la elección perfecta para quien quiera disfrutar de un café exótico y exclusivo, lleno de historia y cultivado con pasión y sostenibilidad.
Nuestro Micro-lote Colombiano en detalle…
Un legado y una búsqueda continua de la excelencia
La Finca Recinas no nació de la nada. Viene de una herencia familiar que don Javier cogió con ganas y convirtió en su proyecto de vida. Primero fue un legado de sus padres, luego él compró la parte de sus hermanos, y desde entonces no ha parado de meterle mano (y alma) al cultivo del café.
Cuando se puso al frente, ya había plantaciones de arábica y caturro. Con el tiempo, llegaron variedades más especiales como Papayo y Bourbon Rosado. Y desde hace siete años, toda su producción se vende como café de especialidad. Nada de grano genérico: aquí se cuida hasta el último detalle.
Don Javier, con sus 56 años y toda una vida entre cafetales, no trabaja solo. Su esposa es su mano derecha en todo: organiza a los trabajadores y le echa una mano en el beneficiado del café. Un tándem que funciona como reloj suizo.
¿Qué hace a este café de especialidad Colombiano tan diferente?
Sin duda la exclusiva variedad Papayo, y su proceso de fermentación marcan una gran diferencia en «El Supremo».
Su proceso de producción no solo enriquece el perfil de sabor del café, sino que también ayuda a desarrollar sabores más complejos, lleno de matices y con una mayor intensidad.
Proceso de producción
El proceso de producción de nuestro microlote Colombiano es meticuloso. Todo empieza con una recolección selectiva de granos maduros. Luego, se sumergen en agua para descartar los que flotan. De ahí pasan a fermentar en bolsas durante 36 horas. Después se despulpan, fermentan en seco otras 36 horas (pero esta vez con aire, ojo). Con este tipo de fermentación se potencian las características naturales del grano, como la dulzura y la acidez, consiguiendo que los sabores frutales y el toque de caramelo sean más pronunciados.
En este método, las cerezas de café se colocan en un ambiente cerrado sin oxígeno, haciendo que fermenten de forma controlada.
Finalmente, los granos se secan lentamente al sol en marquesina, provocando un secado uniforme y conservando todas las cualidades que se han desarrollado durante la fermentación. Normalmente son 15 días, pero esta vez el secado fue de 18. Porque lo bueno, a veces, lleva su tiempo.